24. (Moisés) respondió: “El Señor de los cielos y de la tierra y de cuanto hay entre ellos; si tienen corazones creyentes y discernimiento (crean, pues, en Él)”.
49. (El Faraón) dijo: “¿Creen en Moisés antes de concederles yo permiso? Seguro que él es su maestro, quien les ha enseñado la brujería. Pronto sabrán lo que les espera. Amputaré sus manos y pies contrarios, y después los clavaré en un madero[714] a todos”.
189. Y desmintieron al Mensajero, y se abatió sobre ellos el castigo el “día de la sombra”[720]. En verdad, fue un castigo terrible.
[720] Dicho día se refiere a uno de extremo calor que hizo que la gente buscase protección bajo una nube que los cubrió con su sombra; mas Al-lah hizo que descendiese fuego de ella, y los abrasó a todos.
199. y este les hubiera recitado sus aleyas, tampoco habrían creído en él[721].
[721] Los idólatras de La Meca se negaron a creer en el Profeta Muhammad —que Al-lah lo bendiga y le dé la paz— argumentando que Al-lah no podía haber encomendado Su mensaje a un hombre como ellos. Mas si Al-lah les hubiese enviado un Profeta que hablase una lengua extranjera, habrían tenido más razones para desmentirlo, pues entonces no habrían comprendido el mensaje.
222. Descienden sobre todo mentiroso pecador[722].
[722] Como en el caso de los adivinos. Los demonios intentan escuchar algo de lo que se dice en el cielo y lo transmiten a los adivinos añadiendo innumerables mentiras.
227. salvo aquellos (poetas) que creen, actúan con rectitud, glorifican mucho a Al-lah (en sus escritos) y responden (con sus poemas) a las ofensas (de quienes critican a los creyentes y la religión de Al-lah). ¡Ya sabrán los injustos el destino que les espera!