Los nobles y poderosos de entre ellos se marcharon diciendo: "Déjenlo, y sigan [adorando] a sus ídolos, pues él solo pretende obtener poder sobre nosotros.
¿Por qué tendría que haber sido él el elegido entre nosotros para transmitir el Mensaje?" Pero ellos dudan de Mi revelación porque no han sufrido aún ningún castigo.
para transmitir el Mensaje: Lo rechazaban con la excusa de que los nobles tenían más derecho que él, según ellos, a recibir la revelación.
Mi revelación: El Sagrado Corán.
¿O les pertenece el reino de los cielos, la Tierra y todo cuanto existe entre ambos? Si es así, que asciendan [al cielo y decidan los asuntos de la creación].
Solo les queda [a los idólatras] esperar el toque de la trompeta [el Día de la Resurrección], y entonces no habrá posibilidad de volver [a este mundo].
Pero aun así dicen [burlándose desafiantes]: "¡Señor nuestro! Muéstranos el registro de nuestras obras y adelántanos una parte del castigo antes del Día del Juicio".
Sé paciente [¡oh, Mujámmad!] ante lo que dicen, y recuerda a Mi siervo [el Profeta] David, quien fue dotado con una gran fuerza. Él siempre volvía a Dios en todos sus asuntos y se arrepentía con sinceridad.
Cuando se presentaron ante David, este se atemorizó de ellos. Le dijeron: "No temas, solo somos dos demandantes, uno ha sido injusto con el otro; juzga entre nosotros con equidad, sé imparcial y guíanos hacia el camino correcto.
se atemorizó de ellos: Porque ingresaron en su oratorio privado sin ser anunciados.
Este es mi hermano, posee noventa y nueve ovejas, y yo tengo una sola; y me dijo: ‘Deja que yo me haga cargo de ella’, y ahora me supera con sus argumentos [para quedarse con ella]".
Dijo David [sin escuchar al otro demandante]: "Él ha sido injusto contigo al pedirte que dejes que tu oveja se sume a las de él; muchos socios se perjudican unos a otros, excepto los que creen y obran rectamente; pero, ¡qué pocos son!" David comprendió que quise ponerlo a prueba [mediante este juicio], y pidió perdón a su Señor, se prosternó y se arrepintió.
¡Oh, David! Te he designado gobernante en la Tierra, juzga con equidad entre la gente y no sigas las pasiones, pues ellas desvían del sendero de Dios; y quienes se desvíen del sendero de Dios sepan que recibirán un castigo severo por haberse olvidado del Día del Juicio.
No he creado el cielo, la Tierra y todo cuanto hay entre ambos en vano. Eso es lo que creen los que rechazan la verdad, pero, ¡ay de los incrédulos! ¡Qué [castigo les aguarda en] el Infierno!
¿Acaso sería propio de Mí considerar a los creyentes que obran rectamente igual que a los que siembran la corrupción en la Tierra, o considerar a los que tienen temor de Dios igual que a los inmorales?
[luego de permanecer toda la tarde jugando con ellos descuidó la oración, y entonces Salomón] dijo: "Cómo he podido preferir éstos caballos al recuerdo de Dios hasta que el Sol se ocultó".
El Profeta Salomón se distrajo viendo los caballos hasta que el tiempo de la oración de la tarde terminó con el ocaso, y por eso su lamento.
[Dijo Salomón:] "Traédmelos". Y acarició sus cuellos y sus patas.
acarició sus cuellos y sus patas: Algunos exégetas interpretan que, debido a que lo hicieron olvidar la oración, el Profeta Salomón ordenó sacrificar a los caballos y que su carne fuera repartida entre los pobres.
Puse a prueba a Salomón [despojándolo de su reino] cuando puse en su trono un demonio con figura humana [que disponía de su reino como quería]. Entonces, [Salomón] se dirigió a su Señor
Recuerda a Mi siervo [el Profeta] Job, cuando invocó a su Señor: "El demonio se aprovecha de mi enfermedad y sufrimiento [para tentarme a ser desagradecido contigo]".
Lo agracié con hijos [como los que tenía] y tantos más, como una misericordia mía, para que sea un recuerdo y motivo de reflexión para los dotados de intelecto.
[Le ordené:] "Toma en tu mano un manojo de hierbas y golpea [simbólicamente] con él a tu esposa, para que no perjures". Job fue paciente [ante todas las adversidades]. ¡Qué excelente siervo; volvía a Dios en todos sus asuntos y se arrepentía con sinceridad!
para que no perjures: Mientras se encontraba enfermo, en un momento de enfado, había jurado que le daría cien azotes a su esposa.
[Dirán los ángeles guardianes del Infierno a los líderes de la incredulidad:] "Este es otro grupo [de sus seguidores] que se precipitará con ustedes [al Infierno]". [Dirán los líderes:] "Hoy no hay bienvenida para ellos porque arderán en el fuego del Infierno".
Dirán [los seguidores]: "Tampoco hay bienvenida para ustedes, pues fueron quienes nos arrastraron [al Infierno]". ¡Qué pésima morada [para todos ellos]!
Dijo Dios: "¡Iblís! ¿Qué te impide hacer una reverencia ante lo que creé con Mis dos manos? ¿Te niegas a hacerlo por soberbia o porque te crees un ser superior?"